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Querido lectorado:
Querido y especialmente estimado lectorado de las enseñanzas medias y primarias:
Permitíd que os hagamos una pregunta franca y directa:
¿Cuál es el verdadero objetivo del actual y vigente sistema educativo, formar integralmente y lo mejor posible a las nuevas generaciones para que, como seres libres e incluso audaces, estén en óptimas condiciones de afrontar con éxito, felicidad y satisfacción su vida como adultos y adultas, o más bien, por el contrario, ante lo que realmente nos hallamos es ante un modelo de párquing a tiempo parcial, si es que no es directamente cárcel, para los y las menores de edad?
Hagámonos, también, otra pregunta. Si estando en la Ciudad de Barcelona, o cualquier otro punto o lugar de Catalunya, España o Europa, observamos que en pleno cielo brilla esplendoroso Helios, nuestro Sol, la Estrella que nos da la Vida, ¿será porque es de noche, o más bien será porque es de día?
O dicho de otra manera: ¿puede caber alguna duda respecto a la respuesta correcta a la primera pregunta?
Porque un verdadero sistema educativo, la primera condición "sine qua non" que ha de tener, condición "cero", es que cualquier maestro o profesora, sin lugar a duda alguna, ame y quiera a todos y cada uno de sus alumnas y alumnos, o sí no, ya habremos comenzado mal.
Que los amen y los quieran, sí, porque, aparte del lenguaje de las palabras, existen otros lenguajes que no se pueden ocultar, y si un maestro no quiere a algún chico o chica, ésta lo percibirá, lo "sabrá": "la profe no me quiere". Sí, sí, claro, luego están los casos en que, efectivamente, solamente nos hallamos ante fantasías de determinados alumnos excesivamente imaginativos, claro que sí. Pero no nos perdamos: los y las humanas, antes de comunicarnos con el habla(*), lo hacíamos fundamentalmente por miradas y señas, y el o la alumna no querida percibe esa realidad de no ser amada por su profe por esas otras vías de comunicación.
Se puede aducir, claro, que, dado que es imposible, en el mundo real, que de verdad una o un profe puedan amar a todos y todas, ¿a qué perder el tiempo con cosas que solamente son bienintencionadas utopías?
Bien. ¿Es realmente imposible? Quiero decir: en la actualidad, ¿se está realmente haciendo la división o reparto más lógico del alumnado entre el profesorado? ¿los segmentamos de treinta en treinta, ponemos uno de los nuestros al frente, y adelante con la manada, no es así como se los trata, como si fueran mercaderías a encajar lo mejor posible? ¿Es eso lo mejor que, a estas alturas, se nos puede llegar a ocurrir?
Montémonos una hipótesis de trabajo. Atentas y ateeentos, no sooon datos o cosas reaaales, se trata de una burda (pero en este caso suficiente) simplificación. Y, en esa simplificación, vamos a suponer que existen veinte modalidades de "forma de ser" humana, y que tenemos veinte profes, cada uno de un tipo, y cuatrocientos alumnos y alumnas a distribuir, habiendo homogéneamente entre ese alumnado esos mismos veinte caracteres o formas de ser.
Entonces: ¿no sería más lógico distribuir al alumnado por afinidades de forma de ser con respecto a la de su profesor, en lugar de distribuirlos así, a voleo, a ver que le cae a cada cual? ¿Y no sería aún más lógico elegir para profesora o profesor idóneo de niñas tipo "A" a quien en la vida real sea el o la más capaz de entender al profesor igualmente tipo "A"?
Ya, ya. No, si aquí, en cuanto empezamos a meter algo que puedan ser o parecer incógnitas, ya hemos bebido aceite, jejejejeje... Pero la cosa "cuadra", pensémoslo por un momento: Si la tipología humana "J" es la que se ha demostrada más capaz de comprender a la tipología "A", más incluso que la propia gente de la tipología "A" (puesto que, según en qué casos, sabemos que es el "ser parecidos" lo que lleva a las personas a más bien chocar a nivel individual, personal), ¿no será de sentido común que el o la profesora idónea para los menores tipo "A" será una docente tipo "J"? ¿Lo veis como no se ha de tener miedo a intentar despejar incógnitas?
¿Y esa cuestión de la rigidez (aparte de la espantosamente excesiva duración) de los horarios escolares? Vaaale, como son párquings, que es lo que pidieron en realidad vuestros padres, y que los dejaran de historias (vaya, si hasta delegaron en vuestros maestros la reponsabilidad de vuestra educación social o comunitaria, como si la cosa no fuera con ellos), pues claro, son los horarios que han de ser, sino, no cumplirían su función.
Pero, si en lo que pensamos es verdaderamente en la Educación, ¿qué es lo primero que diríamos en cuanto horarios?
¿Horarios? ¿Hacen falta? ¿en qué ocasiones, para qué, o de cuánta duración? Porque, claro, si lo que vamos a hacer es una clase conjunta de gimnasia, habrá que tener un horario único para todo el mundo, ¿no? ¿Sí? ¿seguros o seguras, ein ?? ¿cuántos niños o niñas nunca se han acercado correctamente a la educación física, porque, en vez de tener oportunidad de interesarse por el tema cuando el cuerpo se lo pidiera, por el contrario la clase de gimnasia no pueden por menos de verla como una losa ominosa en su horizonte horario?
¿Se entiende? He puesto el caso de la educación física, porque es uno de los más flagrantes y evidentes que no alcanza o cumple los que deberían de ser sus objetivos, que todo su alumnado exhibiera una calidad muscular sana, e incluso, a partir de cierta edad y sin pasarse, lo que definiríamos como vigorosa. Bien, ¿es esa la realidad? ¿Obligándoles a esas clases de gimnasia a horario fijo, ¿conseguiremos que esos niños gorditos adelgacen, o, por el contrario, les estaremos provocando que, para compensarse del mal trago que les suponen esas clases, se zampe medio quilo de bollos más de la cuenta, con lo que pasa a estar más insano y más gordo?
Pero donde he dicho Educación Física podremos poner cualquier otra materia, y no porque no sean tan visibles u ostentosos los fracasos dejan de ser igual de reales. Es, tal cual, como sucede con las Leyes de la Física y los sucesos o hechos materiales: algunos son súper visibles, como los efectos de la ley de la gravedad, y otros, sin embargo, son transparentes, invisibles, como es el caso de las Leyes de Termodinámica: sin embargo, tanto unos como otros tienen en común el que son "hechos" absolutamente insoslayables, y tampoco son las leyes "físicas" las que "hacen" los fenómenos, que seguirán siendo siempre igual independientemente de que pudiera variar la formulación de esas leyes.
Por lo tanto, quizá fuera mejor idea un horario mucho menos estricto y mucho más amplio, en el que el alumnado pudiera cumplir con su obligación ética o moral de, durante un cupo de horas al año, intentar aprender, formarse, pero marcándose sus propios ritmos, sus propios horarios.
Tal cupo horario constaría de dos partes:
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---una, de asistencia mínima garantizada (sustancialmente inferior, contada en horas, a los horarios que rigen actualmente), libremente elegida en cada momento por el o la alumna durante el año:
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---dos, voluntaria, de la extensión o número de horas que desee el o la menor.
Es más: las escuelas y colegios deberían de ser una especie de santuarios para los menores, para que pudieran quedarse incluso a residir temporalmente en ellas si una terrible bronca con sus padres o sus hermanos o hermanas (o primas y demás familia) pudiera establecer la conveniencia y oportunidad de ese voluntario autodestierro: sabiendo dónde estarán, ¿qué obstáculo podría haber para que se le brindara a los menores este pequeño derecho o protección social (aunque tendríais que haceros la cama, colaborar en la cocina, barrer algo sin no padecéis asma, fregar, poner lavad... Ésteee, bueno, que la libertad sí tiene un cierto precio)
¿Y qué materias deberían cursarse con obligatoriedad, tanto si se quiere como si no? Pues realmente, pocas, muy pocas, poquísimas, aunque, eso sí, fundamentales.
Lengua:
lenguas propias de la comunidad: lo más a fondo posible.
Matemáticas:
aritmética clásica hasta las proporciones y el tipo de interés compuesto.
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Y PUNTO FINAL A LAS MATERIAS OBLIGATORIAS..
PUNTO FINAL, sí, porque, quien domine en verdad esas dos materias, estará en condiciones de poder abordar el aprendizaje de cualquier otra temática o disciplina que pueda existir CUANDO LE INTERESE, que será únicamente cuando merecerá la pena el esfuerzo de todos y todas, sabido es que los menores tienen, tenéis, mucha más capacidad de absorber las cosas si ponéis interés en ellas que no cualquier adulto o adulta: y es lógico que así sea: sois más "nuevos" y "nuevas", por lo que "funcionáis" mejor, aún soléis saber ser sencillos y humildes ante quien sabe, y no estáis tan resabiadas.
En cambio, de cara a alguien que manifiesta desinterés, fastidio o hasta odio ante determinadas materias, ¿habrá algo positivo que pueda sacarse de ahí? ¿no sería preferible, para absolutamente todo el mundo, que esa persona pudiera estar dedicando ese mismo tiempo a investigar sobre algo que realmente le interesara? Porque, aburrido y hastiado, poco aprenderá sobre nada, no creo que esta afirmación requiera demostración adicional o de apoyo alguna.
Así que, si de verdad queremos evolucionar hacia un modelo encaminado a educar a las nuevas generaciones, resulta que, para que realmente pueda ser efectivo, eficaz, y produzca individuos sabios y sanos ("mens sana in corpore sano", como os habrán agitado como un espantajo ante vuestra indefensa y desarmada mirada en tantas ocasiones: pero esa máxima es cierta, qué le vamos a hacer X-D ), parece que, probablemente, vamos a necesitar más "género adulto" implicado en la cuestión para que pueda llegar a funcionar.
¿De dónde sacarlo? Bien, gente con conocimientos aceptables sobre una o más cuestiones, y que además exhiban un cierto afán de compartir ese su saber, existir existen, por lo que parece que ese adicional complemento de personal adulto estar está ahí, y no se lo está sabiendo aprovechar.
¿Vale cualquiera para enseñar a un menor?
SÍ y NO.
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SÍ, si el educando voluntariamente lo acepta.
así de sencillo
Pero, entonces... ¿no nos seguiremos quedando con una aún pobre ratio profesorado / alumnado... ??
¿Seguro? ¿Habéis oido hablar de Francesc Ferrer i Guàrdia, de Giner de los Ríos, de Wilhelm Reich? Son personajes de hace ya unos cien o más años, y ellos ya llegaron hasta aquí, al pensar un sistema de Educación basado en el Amor y no en la Imposición o Dominio, en la Espontaneidad y no en la Rigidez y los Formalismos, y en la que el alumnado, en todo momento (o casi en todo momento) tenga siempre un papel activo en algo que le es vital e importante, y no el papel pasivo a que se le mantiene relegado o relegada.
Si, se les dice "me gusta mucho que me hagáis preguntas", ya. Ahora, si luego en efecto las hacen, se responden como se sabe para salir del paso, porque, en vez de buscar entre todos y todas humildemente aprender, a una gran cantidad del profesorado le preocupa incomparablemente más (y probablemente, con este sistema, no les quede otra opción realista) no perder ante sus alumnas su estatus de "sé más que vosotros y vosotras". De todo hay, de todo hay, pero también es sabido que "lo malo abunda" :-D
Bien: ¿y por qué os he traído a colación a esos señores del siglo pasado? Pues porque ellos repararon en (y aprovecharon) lo que para cualquiera que se haya parado a pensar es una obviedad: cualquier niño, niña o adolescente de cualquier grado suele ser el mejor y más excelente profesor de cara al alumnado algo menor que él en edad y en conocimiento si entre ellos el trato es de simpatía, "colegueo" y cariño.
Así que, ¡vaya si tenemos excelente "profesorado" disponible :-) !: ¡¡¡ la práctica totalidad del propio alumnado que así lo desee !!!
Y si esto os lo digo yo, una auténtica momia del pasado, ¿os hacéis una idea de cómo deberían de ir realmente las cosas a día de hoy, con vuestro lenguaje actual, y vuestras maravillas tecnológicas? ¿Por qué no está siendo así, queréis saberlo, queréis saberlo de verdad, aunque ello quiebre definitivamente vuestros sueños?: pues porque tenéis toda la razón, quienes constantemente no se comportan bajo criterios de Racionalidad son la inmensa mayoría de los ejemplares adultos de la especie.
Indignaos. Y luego, Comprometeos. Para, al final, Actuar. Nadie exhibe más derecho que vosotros y vosotras, los más jóvenes, para decidir cuál ha de ser vuestro futuro, puesto que nadie tiene más vida por delante que vivir que vosotros y vosotras, y la mayoría de edad, a todos los efectos, también para el de votar, debería de estar hace ya tiempo en los dieciséis años.
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¡¡ Uufff !!, pues parece que ya está :-)
un saludo cordial.
equipo Altair.
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